De tala de árboles con caballos a caballos de fuerza
En el transcurso de su vida, Daniel Mattey fue testigo de lo insondable en la industria de la tala de árboles. En 1932, en Chase, B.C., formó Mattey Bros, Ltd., dedicando su vida a la tala de árboles. Su negocio familiar se construyó con años de trabajo duro, tenacidad y determinación. Empezó con una flota de caballos, no de maquinarias.
Por eso, 62 años después, no podía creer lo que estaba viendo justo frente a sus narices. Corría el año 1994 y Daniel Mattey observaba a su hijo, Danny Mattey, y a su nieto, Dan Mattey, mientras encendían una John Deere 690 con un cabezal de procesamiento Waratah HTH20T que recién habían comprado.
«Mi abuelo llegó a ver la primera procesadora que compramos y para él fue un mundo completamente nuevo», expresó Dan.
«No podía creer lo que hacía en comparación con la época en que la madera se movía a mano. ¡Seguro!», añadió Danny. «Para él era una cosa completamente increíble. En el tipo de trabajo que hacía mi padre, tenían suerte si conseguían una carga o dos por día, mientras que ahora tienes a cuatro o cinco muchachos haciendo 8 a 10 cargas, según el tipo de madera con que se trabaja».
La mecanización de la industria, impulsada por Waratah, no dejaba de ser sorprendente. De hecho, este año Waratah celebra su 45.° aniversario en el negocio, lo cual marca cuatro décadas de innovación industrial. El abuelo de Dan fue testigo de esa innovación en primera persona.
EL PASADO Y LA PERSEVERANCIA
Luego de la muerte de Daniel, fue su hijo Danny quien se hizo cargo del negocio en la oficina. Su nieto Dan se convirtió en operador en las obras, incluyendo así otra generación en el negocio familiar.
«Cuando mi abuelo y su hermano empezaron el negocio, solo era una compañía de postes: elaboraban postes de cedro o de cedro autóctono. Trabajaban con caballos y nosotros avanzamos hasta incluir maquinaria», explicó Dan.
En ese entonces, la industria de tala de árboles era física y el trabajo podía ser traicionero. Se usaban sierras de corte transversal, se movían las ramas a mano, se desramaba y se enviaban los troncos por un ducto, luego se los transportaba con caballos: no era una tarea para débiles.
«Mi papá taló árboles en la parte superior del lago Adams. Llegaban hasta ahí en bote. Se iban por dos semanas, y nadie aquí sabía si habían llegado o no», recordó Danny.
Dan cuenta que las prácticas del pasado de la industria, que parecen tan diferentes de los métodos actuales, requerían mucha resistencia y fuerza física.
«Déjame decirte algo: estabas en mucho mejor estado físico en ese entonces», agregó. «El primer tractor que compraron no tenía hoja, así que tenían que construir el sendero con palas y picos para que el tractor pudiera ir y venir, en reemplazo de los caballos. Mi abuelo siempre contaba que era mejor que los caballos porque no tenía que darle de comer».
TALA INTENSIVA
Danny empezó a trabajar en el taller de su padre cuando era adolescente y vio crecer a la compañía con el transcurso de los años.
«Básicamente empecé en el taller cuando tenía 16 o 17 años, luego manejé el camión durante varios años», comentó Danny. «Cuando empecé, por supuesto, se talaba a mano, se usaban arrastradores en línea o se arrastraba con una vieja máquina base de algún tipo. Luego, unos años después, conseguimos un cargador compacto, que era una gran novedad en comparación con la vieja pluma con talón. Más adelante hicimos la transición a lo que usamos en la actualidad».
Danny siempre disfrutó del estilo de vida que acompaña a la industria y operar el negocio, y verlo crecer ha sido muy gratificante.
«Algunos de los muchachos han trabajado conmigo por años y años. Verlos progresar y que sus familias crezcan, eso, para mí, es muy importante», añadió Danny.
En la actualidad trabajan en la ladera de la montaña en Salmon Arm, B.C., y Danny, Dan y su equipo usan métodos de tala intensiva para trabajar con la mayor eficiencia que les sea posible. Tienen una flota de maquinarias John Deere, entre ellas una máquina base 2654G con un cabezal Waratah HTH623C y una 2656G con garra.
«No tienes que lidiar con grandes pilas durante la tala de árboles intensiva», explicó Dan. «Todos trabajamos juntos y tenemos diferentes variedades. Es lindo contar con el cargador aquí mismo». Mattey Bros. ha comprado 10 cabezales Waratah con los años.
«Siempre tuvimos buena suerte con ellos, es una opción segura», dijo Dan. «Y hemos manejado muchas maquinarias de John Deere, así que parece ser la opción lógica. Nos gusta el servicio de Waratah y el hecho de que tienen una larga trayectoria. Son lo más confiable que existe».
CONTINUAR CON EL LEGADO DE MATTEY BROS.
Con el transcurso de las generaciones, muchas cosas han cambiado pero las tradiciones importantes permanecen. Para la familia Mattey, su legado en la industria de tala de árboles ya abarca tres generaciones. Hace 22 años que Dan trabaja en el negocio familiar. Esperaba ser jugador de hockey, bromea, pero cuando empezó a trabajar en el taller y en el campo, su sueño cambió.
Danny comenta que espera ansiosamente el día en que la próxima generación, su hijo Dan, se haga cargo del negocio.
«Espero que Dan continúe con este trabajo y quizás mi nieto eventualmente se sume y luego prosiga con la actividad», expresó Danny.
Si bien el nieto de Danny podría continuar en el negocio, aportará un nuevo nombre a la mezcla.
«Mi hijo no es un Dan. Rompí con la tradición», dijo Dan riendo. «Me parecía muy confuso, así que le pusimos Gavin».
Mattey Bros., Ltd., recibe el servicio de Brandt Tractor, Ltd., Kamloops, B.C.
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